jueves, 22 de julio de 2010

Buscando a la Nación Boliviana

(Por: Luis F. Medrano E.)

Bolivia está atravesando ahora una de sus más severas crisis desde los turbulentos años del retorno a la democracia. Una crisis que incluso levanta las no pocas voces e intereses, que directa u ocultamente, buscan distorsionar la verdad en pos de una desarticulación y hasta división de nuestro país.

Lo más grave es que ahora incluso muchos de nuestros mismos hermanos bolivianos levantan dudas respecto a qué es lo que somos, qué nos une, y por sobretodo, qué es lo que nos desune. Dudan de Bolivia y de sí mismos.
Es evidente que quien está conforme está ya casi muerto, y por lo tanto uno debe siempre buscar más, criticar y corregir lo que va mal. Ante la dolorosa realidad del aumento de nuestra pobreza, de mayores conflictos y problemas, surgen intentos de nuevos proyectos, propuestas y soluciones, pero que lamentablemente carecen el proponer un elemento esencial: el de generar la unidad y la capacidad de autodeterminación mínimas para ser y actuar en este mundo globalizado. Una realidad que paradójicamente requiere que el estado nación no desaparezca, sino que se reconfigure ante los nuevos desafíos. En otras palabras, la regeneración de canales y redes de solidaridad, unión y planes conjuntos para lo que nosotros queremos.

En vez de ello surgen los extremos que subliman escenarios pasados o futuros a cambio de un presente efímero y sin proyección coherente. En un extremo tenemos los discursos que hablan de la nación aymara, de la nación quechua, de la nación guaraní… y en el otro, de quienes se auto-proclaman como nación camba. Los primeros postulando un programa milenarista: la reconstitución del Tahuantinsuyu, y los otros, la creación de un estado autónomo asociado. Ambas posiciones, mas allá de las grandes diferencias y legitimidades que puedan sostenerse sobre ellas, se asientan en la diferenciación de los bolivianos en distintas naciones, y subestimando las redes de verdadera nacionalidad boliviana que se han tejido y creado en el tiempo. Confunden la ilusoriedad del estado aparente, nacido artificialmente, con las verdaderas e innegables bases realmente nacionales (que evidentemente no son suficientes y mucho menos completamente desarrolladas), pero que existen y más importante todavía, seguirán pese a los argumentos fatalistas.

No es la intención del autor el abarcar las causas y matices de toda esta complejidad, sino tan solo enfocar un aspecto de esta crisis: el haber hecho relucir, una vez más, una tarea incompleta: la ausencia de una autoconciencia de identidad nacional. Un re-conocimiento sincero de lo que somos, una mirada coherente y unificadora que nos permita unir fuerzas y soñar juntos los próximos difíciles pasos...

Para leer todo el artículo:
Bolivia

1 comentario:

  1. Publicado por primera vez el 19 de marzo de 2009 en el primer blog de la revista: http://p-a-r-a-d-i-g-m-a.blogspot.com/

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